No me gustan los carnavales puesto que lo considero una de las fiestas más horteras y cansinas que existen, pero todos los años me suelo fijar en los disfraces que el personal pilla para la ocasión. Excepto la novedad del año, que es la gracia del político o un supermegadisfraz gigante de algún objeto cuyos portadores no pueden moverse en casi toda la noche, siempre se repiten los mismos patrones a la hora de elegir el vestuario.
Están los quinceañeros vestidos de matones, el grupo de chicas con atuendo de brujas, diversos payasos y - lo que realmente me llama la atención- la cuadrilla de hombres que se visten de mujer; colegialas y prostitutas preferentemente. Y siempre repito el mismo proceso; me paro, me fijo en ese colectivo y pienso: ¿por qué demonios la práctica mayoría de los hombres eligen alguna vez vestirse de mujer? Le he dado unas cuantas vueltas y no llego a una conclusión clara, por eso me he dicho que qué mejor que este blog para que nuestros comentaristas estelares nos digan el porqué de tal suceso. Prometo actualizar el post con las opiones que nos digáis. Pero por favor, resolved el misterio y despejarnos la ecuación. |