Un día de esos en los que no hacer nada es la propuesta más sugerente, me paré a analizar quién podría ser el culpable de todas nuestras desdichas amorosas y entonces me di cuenta, sí era él: Walt Disney. A cierta edad, te dicen que los Reyes Magos no existen y entonces te acuerdas de cuantas veces pediste un juguete bastante caro y no te lo trajeron y relaciones. Pero, ¿y Walt Disney?; sólo la vida con tus propias experiencias y fiascos sentimentales te hace salir de su mentira. Analicemos, a través de la comparación realidad-ficción los distintos tipos de príncipes azules que nos han vendido y entenderéis lo que aquí expongo: “La rana que se convierte en príncipe” o lo que viene a ser el capullo que se convierte en santo en nuestro mundo real. No, no y no… ¿cuándo nos vamos a dejar de creer lo de que “aunque la mona se vista de seda…”? Que sí, que aunque parezca que al haberte conocido se ha convertido al budismo y se ha vuelto el buenísimo del barrio gracias a tu amor, con el tiempo puedes besarlo y besarlo, que rana se queda.
“El príncipe que se convierte en rana para volver a ser príncipe”, es decir, el cabroncete que se echa la culpa a su ex de haberlo convertido en lo que es y que se pasa la vida jodiendo al resto de las féminas justificándose con que se volverá bueno al conocer a la adecuada. ¿Pero quién se traga ese rollo? Mejor será que la ex estaba hasta los mismísimos de que no cambiara y lo largó demostrando una sabia y profunda inteligencia.
“El que no sabe si es rana o es príncipe” Pues veréis, un día soy bueno, otro día no tanto…Ya, ¿y cómo sabemos nosotras cuando es el turno de ser bueno y cuando no? Lo dicho, mejor pasar hasta que se aclare, no vaya a ser que tenga muchas noches de luna llena y la liemos
Y por fin llegamos al último y esperado tipo del “príncipe que le ha pillado el gustillo a lo de ser rana” Pues oye, que le ha gustado lo del tema de flor en flor, y que, por lo menos en este caso el chico es sincero y lo tiene más que asumido, vamos que le encanta lo de ser un poco hijo putilla de vez en cuando, pero…¡¡qué bien le queda la chupa de cuello al jodío!! Este ultimo tipo corre un riesgo, y es querer ser príncipe pero que todas al final lo vean rana y se quede solo en su charca Así que, ¿quién quiere echarle la culpa a Walt Disney Primero?... |