| domingo, septiembre 16, 2007 |
| ¡Coño! ¿Qué es esto? |
Hace tiempo, nos llegó este artículo de Presidente, uno de nuestros lectores, y hemos pensado que éste es un buen momento para que salga a la luz. No hace falta presentación, el artículo habla por sí mismo, así que a ello y que disfrutéis con la lectura. Como siempre, esperamos que os sirva de ayuda: 
Seré directo: El hombre no está hecho para satisfacer plenamente a la mujer. Sin embargo, si usted es hombre y me está leyendo, por favor, no se desmorone ante tal rotunda afirmación. Usted puede marcar la diferencia, y alcanzar un poder que podría cambiar el mundo.
Existen, a mi juicio, tres pasos previos, correlativos y esenciales al ejercicio sexual pleno, que todo hombre debería tener bien presentes, si es listo. Por este orden, el primero de ellos, es transmitir confianza a su compañera sexual. El segundo, y no menos importante, dejarse enseñar por ella. Si quieres estimular un clítoris, tendrás que saber cómo hacerlo, ¿y quién mejor que ella para aprender? Y lo tercero y último, la práctica, como todo en la vida.
Es de importancia capital que estos tres pasos se realicen en el orden expuesto, y sin obviar ninguno, de tal forma que, sin el anterior, el sucesivo no podría llegar a producirse y viceversa.
Vayamos a la faena. El clítoris es un órgano único en la anatomía humana. Su única función es proporcionar placer a la mujer. Sólo por ello, el clítoris merecería ser venerado como una auténtica reliquia. Como hombre, no me condeno si confieso que, ahora mismo, cambiaría sin dudarlo mi pene por un clítoris.
A pesar de su tamaño, el clítoris cuenta con más de 8.000 terminaciones nerviosas, y es más sensible que la lengua o las yemas de los dedos. Es una puerta abierta a infinitos mundos diferentes, todos ellos agradables. El clítoris sólo se nos descubre durante la excitación de la mujer, como un regalo, y se endurece y aumenta su tamaño de la misma manera que un pene en erección, ya que se trata del mismo mecanismo fisiológico.
Recomiendo que la gente se mentalice de que el coito al uso no es la única forma de llegar a un orgasmo u orgasmos plenos. Utilicémoslo, pues, de forma complementaria. Podéis recorrer suavemente vuestra lengua por sus ingles hasta llegar al clítoris. Es importante tomarse los tiempos con armonía y tranquilidad. Al rozarlo con la lengua, advertiréis que su cuerpo reacciona en una contracción. Significa que lo estáis haciendo bien. Alternad la lengua ayudándoos de los dedos, para luego pasar a los mordisquitos o el contacto con la punta del glande. El juego de posibilidades es prácticamente innumerable.
Podría seguir dando muchos más detalles, y describiendo cómo reacciona la mujer ante estos estímulos, pero alargaría en exceso el post, y temo herir la sensibilidad de alguien. Reconozcamos que no todo el mundo puede concebir el sexo de la misma manera.
La expresión ‘esa mujer está de morros’ no es baladí. La mayoría de las mujeres necesitan estimulación directa del clítoris para lograr el orgasmo. No se sorprenda de que se quejen cuando lo ignoramos.
El umbral entre lo que una mujer ha considerado satisfactorio y lo que puede llegar a descubrir un día, también depende de nosotros.
Porque no hay mayor placer que dar placer, os recomiendo que no dejéis pasar estas notas.
Como dijo Aristóteles, el clítoris se encontró en una piedra preciosa, a orillas del Indo.
Feliz clítoris pues, y reciban un cordial saludo.
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posted by Chicas AZP @ domingo, septiembre 16, 2007
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| lunes, septiembre 03, 2007 |
| Grandes Mujeres en la Política (II): Rosa Díez |
Después de una larga ausencia y tras recibir algunos comentarios no exentos de guasa por parte de alguno de nuestros lectores, las Chicas Guerreras vuelven con un nuevo episodio de nuestra sección dedicada a homenajear a grandes mujeres en la política. Al igual que en el anterior capítulo, queremos hablar de una persona excepcional a la par que valiente: Doña Rosa Díez González. Nacida en el municipio vizcaíno de Sodupe, Rosa es hija de un obrero socialista encarcelado durante la dictadura franquista, por lo que es fácil comprender su trayectoria política cuando en una ocasión afirmó “soy socialista por sentido común: mamé el izquierdismo en casa”. Trabajó como Diputada Foral de Vizcaya de 1979 a 1983, fue Vicepresidenta de las Juntas Generales de Vizcaya de 1983 a 1986, Parlamentaria Vasca de 1986 a 1995, Consejera de Comercio, Consumo y Turismo del Gobierno Vasco de 1991 a 1998 y, finalmente, Diputada Europea desde 1999 a 2007. En 1998 se presentó a las elecciones primarias del PSE-EE para elegir candidato a lehendakari, que ganó Nicolás Redondo Terreros por la mínima, y en 2000 optó a la Secretaría General del PSOE, puesto que, para nuestra desgracia, acabó obteniendo el Sr. Rodríguez Zapatero. Recientemente, como ya sabéis, ha abandonado las filas del PSOE, tras una militancia de 30 años, y renunciado a su acta de eurodiputada, para integrarse en la Plataforma Pro de cara a la creación de un nuevo partido político nacional. Hasta aquí su curriculum. Al margen de la que ha sido su militancia en las filas socialistas durante tantos años, Rosa Díez es miembro de la plataforma ciudadana ¡Basta Ya!, que lucha contra el nacionalismo vasco y el terrorismo de ETA. Precisamente su participación activa en dicha plataforma la granjeó no pocas enemistades en las filas del PSOE, que la acusaban de traidora a la causa socialista. Esta mujer se negó en su día a votar afirmativamente en el Parlamento Europeo la propuesta del Grupo Socialista a favor del proceso de paz con ETA. No pocas fueron (y son) sus manifestaciones públicas contra el mal llamado proceso de paz, y no hay concentración en favor de las víctimas del terrorismo y contra las continuas cesiones a ETA por parte del Gobierno que no cuente con su presencia. Como podéis ver, cuando de Chicas Guerreras se trata, tenemos en la Sra. Díez una de las de verdad. De las que expresa lo que siente conforme a sus principios aunque eso le cueste más de un desaire. Citando una de sus frases: “Nunca he vivido en libertad. Primero, fui una mala española. Luego, una mala vasca. Y ahora, también, una mala socialista." No, Rosa, no eres una mala socialista. Eres una señora de los pies a la cabeza, de las que no vende su primogenitura por un plato de lentejas. Desde aquí, te deseamos toda la suerte del mundo en esta nueva etapa de tu vida. Sigue siendo tú. Sigue siendo Rosa. |
| posted by Maya @ lunes, septiembre 03, 2007
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